La máxima disponibilidad de un sistema de alimentación se consigue mediante la instalación redundante de las fuentes de alimentación. De esa forma, aunque una de las fuentes fallase, siempre tenemos la garantía de que la otra se hará cargo de alimentar nuestra instalación. Para conseguir esa redundancia, no es suficiente con conectar directamente en paralelo las dos fuentes, sino que hay que hacerlo a través de un módulo de redundancia. La solución más tradicional es la de un módulo de diodos. Nuestros equipos QUINT DIODE, TRIO DIODE y STEP DIODE utilizan esta tecnología.
Un paso más adelante lo proporcionan nuestros módulos de redundancia de la serie QUINT ORING. Estos equipos utilizan tecnología MOSFET en vez de diodos convencionales, con lo que consiguen reducir las pérdidas hasta en un 70%. Además incorporan la tecnología ACB que hace un equilibrio activo de las dos fuentes y consigue así duplicar la vida útil de éstas.

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